La finalidad originaria del catastro es de carácter tributario, proporcionando la información necesaria para la gestión, recaudación y control de diversas figuras impositivas por las Administraciones estatal, autonómica y local. Además de la función tributaria, en los últimos años se han incrementado notablemente los usos y utilidades de la información catastral por parte de Administraciones, ciudadanos y empresas.
Sin embargo hay ocasionas en las que la realidad física de una finca y su descripción catastral no coinciden, produciéndose una situación de discrepancia.
El procedimiento más ágil a la hora de resolver estos conflictos es el del recurso de reposición. Se trata de un proceso que se debe presentar ante el propio Catastro. Otra opción es acogerse a una reclamación económico-administrativa, que debe presentarse ante el Tribunal Económico-Administrativo Regional.
En cualquier caso, durante este proceso es importante contar con un técnico cualificado que apoye y constante los hechos que se quieren reclamar, mediante un trámite que transcurrirá como cualquier otro procedimiento administrativo en el que habrá: un acuerdo de inicio, una notificación y audiencia a los interesados, una resolución y una notificación de la resolución.